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domingo, 4 de octubre de 2015

RELATOR DE DDHH DE ONU DA A CONOCER NEGATIVA VISION SOBRE LA MATERIA EN CHILE


El Relator Especial de la Naciones Unidas sobre los Derechos a la Libertad de Reunión Pacífica y de Asociación, el keniano Maina Kiai, dio a conocer su informe preliminar sobre la situación chilena en dichas áreas, luego de su visita de septiembre pasado

En su informe, publicado en la página del Alto Comisionado para los DDHH de la ONU, Maina Kiai insta al gobierno de Chile a eliminar “los vestigios de la dictadura” que van en detrimento de la libertad de reunión pacífica en el país, y a continuar con las reformas para que el país pueda “ocupar el lugar que le corresponde como un líder mundial en los derechos humanos”.  

Recordando los salvajes y extendidos atropellos a los DDHH acaecidos bajo la dictadura cívico-militar, Kiai nos recuerda que, “El fantasma de esa época acecha especialmente al sector de la seguridad, principalmente la policía —y específicamente las Fuerzas Especiales— en su función de custodiar los conflictos sociales y manifestaciones. Durante mi visita he oído de ejemplos repetidos de esto, en contextos múltiples y variados, relacionado al uso excesivo de la fuerza, el no poder aislar los elementos violentos en las manifestaciones mientras se reprime más brutalmente a los manifestantes pacíficos, el apremio de activistas, la impunidad posterior a estos abusos y mucho más.

Esta situación representa un obstáculo significativo al libre ejercicio del derecho a reunión y asociación, debilita su eficacia como herramienta para abordar en forma pacífica el conflicto social, precisamente en el momento que Chile más los necesita.”

El relator informó que había expresado a Michelle Bachelet su preocupación sobre el manejo de las protestas, a la vez que le planteó que no comprendía que en Chile permaneciera aún vigente el Decreto Supremo 1086, que data de 1983 –una rémora del pasado dictatorial- y que restringe la libertad de reunión y asociación, estableciendo que debe solicitarse autorización al poder político para marchar. Y claro, “Requerir autorización convierte el derecho a la libertad de reunión pacífica en un privilegio. Tal sistema no es compatible con el derecho internacional y las mejores prácticas. Tampoco es compatible con la propia Constitución de Chile.”

El ilusionado relator aportó que Bachelet, “dijo que miraría el tema, que no estaba socializada con él desde antes, pero que lo revisará”. Kiai, que se nota que era primera vez que viene acá, opina que ese decreto resulta particularmente simple de derogar, “toda vez que depende de la voluntad política del ejecutivo”.

En su informe, Kiai igualmente observa ciertas realidades que contradicen el supuesto cumplimiento de los DDHH en nuestro país. “De mis reuniones con el gobierno y la sociedad civil resulta claro que el país enfrenta desafíos sociales profundos y significativos. Está el tema de la tierra de los Mapuche, un tema que mueve emociones y que se remonta a más de 200 años atrás. Están los temas sindicales y de trabajo, con los trabajadores que intentan lidiar con los temas de la subcontratación y un entorno económico cambiante. Y están los temas de la reforma educacional, simbolizados por el movimiento de protesta estudiantil.

SOBRE EL ACCIONAR REPRESIVO DE LAS “FUERZAS ESPECIALES”

El relator de la ONU prosigue en su informe: “Por cierto que mi mayor preocupación durante esta visita se relaciona al manejo en la práctica de las protestas, especialmente el papel de las Fuerzas Especiales. Hago una distinción entre el cuerpo regular de Carabineros, quienes según se me informa cumplen con sus funciones en forma adecuada y quienes gozan de respeto entre la población, y las Fuerzas Especiales quienes regularmente emplean fuerza excesiva en el manejo de las protestas.”

“Ha habido brutalidad policial en el contexto de protestas callejeras de los estudiantes que reclaman una reforma a la educación, culminando en el año 2011. Las Fuerzas Especiales utilizaron balines de goma, balines de pintura, gases lacrimógenos y lanza aguas, a veces con consecuencias dramáticas.”

Kiai rememora que a lo largo de los años la policía ha recurrido al uso excesivo de la fuerza en el contexto de las protestas del pueblo Mapuche, quienes han exigido el respeto de sus derechos, especialmente los derechos a la tierra y pone como ejemplo el reciente y brutal desalojo de la CONADI en Temuco. Agrega que le preocupa la muerte en el mes de julio 2015, en El Salvador, de Nelson Quichillao, un trabajador contratista de la minería del cobre, quien resultó muerto por un disparo de las FFEE, quienes utilizaron balas de metal durante una protesta exigiendo mejores remuneraciones y beneficios: “la respuesta de la policía plantea serias interrogantes en relación a la proporcionalidad de la respuesta. Los individuos conservan en todo momento sus derechos a la vida y a la integridad física, aun si se tornan violentos durante las protestas, y es deber del Estado salvaguardar estos derechos.”

SOBRE EL CONTROL PREVENTIVO DE IDENTIDAD

Otra situación que causa inquietud al keniano es el uso del control preventivo de la identidad de manifestantes por parte de la policía. Pese a que las autoridades le han informado que tales controles no se realizan en el contexto de protestas, igualmente había recibido testimonios en contrario. Pasa a considerar tales controles de identidad como una forma de perfilar o vigilar, con el potencial para aplacar el ejercicio del derecho a la libertad de manifestación pacífica.

“Aún más preocupante es que un Proyecto de Ley permitiendo el uso más amplio del control preventivo de identidad ha sido elaborado y validado por la Cámara de Diputados. Las autoridades dicen que esta ley es necesaria para detener el reciente aumento en actividad delictual en Chile, pero es sumamente inquietante en dos aspectos.”

“Primero, la entrega de mayores facultades y discrecionalidad a las fuerzas del orden generará oportunidades para la represión y abuso de autoridad, con poco o ningún control y contrapeso. Segundo, no estoy convencido que la ley sería eficaz en combatir la delincuencia. De hecho, podría hacer lo contrario: permitir a la policía detener aleatoriamente a cualquier persona que escojan sin evidencia alguna o sospecha clara es una vía que promueve una custodia poco eficaz y contraproducente. Las fuerzas policiales eficaces pueden realizar sus funciones sin interferir con los derechos fundamentales.”

“Por lo tanto acojo con beneplácito el informe reciente de la Corte Suprema afirmando que los controles preventivos de identidad, tal cual se contemplan en el Proyecto de Ley sobre el combate a la delincuencia, ‘es difícilmente aceptable desde la perspectiva de un Estado democrático de Derecho’.”

Pero, ¿será posible terminar con tal cortapisa si no existe un Movimiento Popular que exija el ejercicio de las libertades que le corresponden? Y entonces vemos un círculo vicioso, pues si se nos coartan las libertades de reunión y asociación, ¿cómo ese Movimiento podrá echar a andar a paso firme y seguro?

¡NI OLVIDO NI PERDON: VERDAD, JUSTICIA Y MEMORIA!
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!

Colectivo Acción Directa - CHILE

Octubre 4 de 2015

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