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jueves, 30 de julio de 2015

ASESINATO DEL CURA LUIS: JUSTICIA ELEVA PENAS A VERDUGOS DE LA CNI


Germán Cortés Rodríguez, el recordado ‘Cura Luis’ de la Resistencia Popular y del MIR, fue asesinado por agentes de la CNI a principios de 1978 y su crimen había sido disimulado mediante la figura de un falso enfrentamiento

Mientras el Himmler chileno Manuel Contreras muere en el Hospital militar de Santiago[1], cargando sentencias que suman 500 años, éste lunes la Corte de Apelaciones de Santiago resolvió elevar las penas a tres de sus pupilos de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) y que prosiguieron su criminal carrera en la Central Nacional de Informaciones (CNI), por su responsabilidad en el homicidio calificado del compañero GERMÁN CORTÉS RODRÍGUEZ, perpetrado el 18 de enero de 1978, en la comuna de La Florida.

En fallo unánime, la 6ª Sala del tribunal de alzada -integrada por los ministros Mario Rojas, Jessica González y Celia Catalán- aumentó de 6 a 10 años y un día de presidio las penas aplicadas a los esbirros del ejército: Enrique Sandoval Arancibia, Miguel Krassnoff Martchenko y Basclay Zapata Reyes. Estos delincuentes, ejercían actividades represivas y terroristas desde el mismo día del golpe militar de 1973. Los tres pertenecieron a la DINA y actuaban en diversos grupos de la brigada ‘Caupolicán’ de ese organismo, comandada por el cosaco Krassnoff, y en donde Sandoval Arancibia[2], alias “Pete el Negro”, y Basclay Zapata, alias “El Troglo”, actuaban como encargados de equipo y brutales represores. Continuaron su accionar delictual en la CNI, teniendo todos ellos un amplio prontuario como autores y ejecutores de crímenes de lesa humanidad.

En la investigación se logró acreditar que el Cura Luis, de 29 años, estudiante de teología y ex seminarista de los Padres de la Sagrada Familia, miembro de la Comisión Política del Movimiento de Izquierda revolucionaria (MIR), fue detenido por la DINA-CNI el 16 de enero de 1978 y, enseguida, llevado al campo de prisioneros políticos de Villa Grimaldi, donde fue interrogado bajo tortura por los mismos agentes aprehensores.


Dos días después, aprovechándose de la noche, “el 18 de enero de l978, alrededor de las 0.15 horas, Germán de Jesús Cortés Rodríguez, conforme a la actividad ilícita de los agentes, oficiales y efectivos de la ex DINA que siguieron actuando de hecho al interior de la recién creada CNI, como lo dan cuenta documentos secretos oficiales de esa época, sacaron al prisionero del campo de Villa Grimaldi y lo ejecutaron, simulando los agentes un enfrentamiento en la morada de la víctima de calle Estados Unidos N° 9.192, comuna de la Florida, Santiago.”

“Los agentes alevosamente acabaron con la vida de la víctima Germán de Jesús Cortés Rodríguez, simulando que la muerte de ésta se debió a un riesgoso enfrentamiento armado, no obstante que Germán de Jesús Cortés Rodríguez se encontraba bajo la custodia de dichos agentes, los que eran sus garantes desde que lo privaron de libertad dos días antes de darle muerte”, señala la resolución de primera instancia dictada por la corte.

“El homicidio de Germán de Jesús Cortés Rodríguez constituyó otro episodio de las acciones sistemáticas organizadas por los agentes de la ex DINA, Dirección Nacional de Inteligencia, no obstante haberse ésta disuelto, quienes, actuando en grupo desde el mes de diciembre del año 1977, luego de hacer seguimientos y vigilancias constantes, dieron muerte a miembros del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, lo que fue presentado falsamente como “enfrentamiento con extremistas” a los medios de comunicación social”, precisa la resolución judicial.

“Se descarta que Germán de Jesús Cortés Rodríguez se haya enfrentado a los agentes que le dan muerte, por cuanto, además de haber sido detenido por éstos dos días antes y sometido a torturas, los informes de autopsia del Servicio Médico Legal, determinaron que la causa de su muerte, fueron tres heridas de balas cervicales con salida de proyectil, cuya trayectoria fue paralela de atrás adelante, de abajo hacia arriba y de izquierda a derecha, heridas de carácter homicidas, efectuadas por la espalda”, agrega el dictamen.

En el aspecto civil, la sala incrementó de 30 millones de pesos a 100 millones de pesos, la indemnización que debe pagar el Estado de Chile a la hija de la víctima, Carolina Cortés Valenzuela.

El Cura Luis fue un camarada que se jugó entero por la liberación de su pueblo y que optó desde muy joven por la opción por los más pobres. Su cristianismo comprometido, no tiene absolutamente nada que ver con la iglesia oficial, esa que se alinea con el poder de los que nos oprimen y discriminan, que peca por acción y omisión y que hace rato que no acompaña al pueblo creyente, ese pueblo al que traiciona con palabras carentes de humanidad.

Al momento de su asesinato, el Cura cumplía una valiosa contribución al despliegue del movimiento de la Resistencia Popular en contra de la dictadura cívico-militar, empeñándose a fondo en la implementación de la estrategia de Guerra Popular levantada por el MIR para el período. Ese año de su caída, 1978, el Pueblo comenzaba a dar sus primeros signos de reanimación, posterior a la época más obscura luego del golpe militar del 11 de septiembre de 1973.

¡CURA LUIS, AQUÍ NADIE MUERE COMPAÑERO, AQUÍ CADA DÍA ES CONTINUAR!    

¡NI OLVIDO NI PERDON: VERDAD, JUSTICIA Y MEMORIA!
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!

Colectivo Acción Directa - CHILE
Julio 30 de 2015



[2] Este terrorista de Estado, hasta 2005, fungía como funcionario de seguridad vecinal de Providencia, donde regía otro criminal de la DINA, Cristián Labbé. Sandoval Arancibia debió dejar el cargo, pues fue procesado a fines de ese año por el secuestro y homicidio del menor Carlos Fariña Oyarce (14), quien fue sacado de su hogar en La Pincoya, el 13 de octubre de 1973. Fue Sandoval quien le dio 4 tiros en la cabeza y ordenó enterrarlo. 

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