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lunes, 1 de junio de 2015

TENIENDO COMO FONDO EL DRAMA UCRANIANO, RUSIA DENUNCIA FALTA DE ETICA DE LA UE


Hace un año que la UE no deja de emitir listas negras que impiden a rusos y pro-rusos de Ucrania ingresar al territorio de la comunidad. Rusia ha respondido a la altura y muy cortésmente a dichas medidas ilegales, pero cuando refirió una nómina de sujetos que no quiere que entren a su país, a solicitud de la misma UE, ésta lo hizo público   

Desde que la entente Unión Europea-EE.UU. lograse imponer en Ucrania una administración dócil a sus políticas[1], mediante el neonazi golpe de Estado de la “revolución naranja”, el cual derribara al gobierno legítimo y con su punto álgido en la destitución congresal del presidente, 22/02/14, la Unión Europea (UE) se ha dedicado a execrar la presencia de funcionarios rusos y ruso-ucranianos en el viejo continente. Tal policía discriminatoria e ilegal vino a exacerbarse tras la heroica decisión del pueblo de Crimea por permanecer independiente de  Ucrania y aliado a Rusia, expresada en el referéndum del 16/03/14[2], en que los crimeos optaron por los lazos históricos con la ‘madre patria’ rusa.    

Así, a poco que el empresario Petró Poroshenko, elevado a presidente, y su pandilla ultra-derechista se hicieran del poder en Kiev, la UE comenzó a avalar a las nuevas autoridades y a atacar las políticas de Rusia en la zona, las que se oponían a dicho coup d’état y sólo buscaban la resolución a la crisis abierta mediante la aplicación del derecho internacional en Ucrania, un país multiétnico y multicultural. En esa línea, el 13/03/14, el Parlamento Europeo adoptó[3] una resolución sobre “la invasión de Ucrania por Rusia”. Tal sibilina resolución reafirmaba el respaldo de la UE a las autoridades entronizadas mediante el golpe de Estado, mientras que califica de ilegítimas a las autoridades de Crimea, que ya alegaban su derecho a la autodeterminación en medio de la crisis. También califica de difamación las alegaciones de la “propaganda rusa” sobre el carácter fascista (sic) de los manifestantes de Kiev. Además, se denuncia allí la invasión perpetrada por tropas rusas en violación del derecho internacional (sic). Pero no todo eran declaraciones y verborrea antirusa. Al día siguiente del referéndum en que Crimea decidió incorporarse a la Federación Rusa, 16/03/14, el gobierno de EE.UU. y la UE comenzaron a  imponer una serie de sanciones económicas contra bancos, funcionarios, empresarios y parlamentarios, y algunas compañías rusas[4].

Respaldado y empotrado el régimen títere en Kiev, la UE comenzó a emitir listas negras[5] de personalidades y funcionarios rusos, crimeos y de las repúblicas de Donetsk y Lugansk a los que se les ‘sanciona’ por tener algún rol en la resistencia a la occidentalización del conjunto del suelo ucraniano. Claro que de lo que les acusa oficialmente la entente es de apoyar la “desestabilización del este de Ucrania”. Rusia, por su parte, igualmente comenzó a impedir la entrada de indeseables a su territorio; es decir, de sujetos que azuzan la guerra civil y la forzada remodelación pro-occidental de su vecina.

Rusia fue bastante (quizá demasiado) paciente con los ataques por parte de la UE y EE.UU., que la mostraban frente a la opinión pública mundial como la ‘mala’ de la película. Con todo, en noviembre pasado ya Rusia pasó a mostrar signos de un franco cansancio frente a dicha campaña y sus implicancias. Entonces, el viceministro de RR.EE. ruso, Alexéi Meshkov, propuso a la UE renunciar mutuamente a la política de sanciones y listas que perjudican tanto la economía rusa como la de Europa[6]. "No esperamos nada de nuestros socios europeos. Lo único que esperamos es que salgan de la espiral de sanciones sin sentido y se muevan hacia el camino del levantamiento de las sanciones y la anulación de las listas negras", dijo el viceministro Meshkov. Según el diplomático, el descenso de la facturación del comercio entre Rusia y la UE en los primeros nueve meses de 2014 "según algunas estimaciones es del 2 al 3 por ciento, pero para algunos países estas cifras ascienden hasta varias decenas porcentuales”.

Para febrero pasado, a las potencias europeas aún no les amainaba el encono en contra de los opositores a sus designios en territorio ucraniano. Un boletín de la UE, difundido el 16/02/15[7], reveló que habían agregado nuevos funcionarios rusos a la lista de sancionados por estar, supuestamente, relacionados con el conflicto que se vive en Ucrania. Según la misiva, se trataba de los viceministros de Defensa de Rusia, Arkadi Bajin y Anatoli Antonov, así como también el jefe adjunto del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, Andréi Kartapolov. No solo éstos eran los funcionarios rusos agregados a la lista negra de sanciones; la misiva ampliada de la UE incluía también al jefe adjunto de los milicianos de Donetsk, Eduard Basurin y a los diputados rusos Iósif Kobzon y Valeri Rashkin. De acuerdo con lo informado por la UE, los sancionados verían congelados sus activos y prohibida su entrada a la UE.

Rusia, asimismo, se vio obligada a impedir la entrada de aquellos funcionarios europeos que atizan el drama que hoy se vive en el este de la ex república soviética. Con todo, la potencia había decidido hacerlo de manera confidencial. Sin embargo, hoy, el ministro ruso de Relaciones Exteriores Serguei Lavrov denunció[8] la falta de ética de la UE al filtrar a la prensa una lista confidencial de funcionarios con acceso prohibido a su país.   

Lavrov recordó que fue la propia jefatura de la UE la que demandó que se le enviara la relación de personas que por su posición respecto a Moscú les fue limitado su acceso a esta nación, sancionada unilateralmente por la entidad comunitaria. El Kremlin, por su lado, mostró asombro por la abrupta reacción de la jefatura del bloque europeo, después que por casi un año y medio mantiene en una lista negra a cerca de un centenar de políticos y empresarios rusos, además de aplicarle restricciones económicas.

La semana pasada, medios de prensa europeos se refirieron con gran publicidad[9] al caso de un diputado alemán, cuya visita a Rusia fue denegada, después de ser una de las personas que abogó por aplicar sanciones a éste Estado por su posición en la crisis ucraniana.

El jefe de la diplomacia rusa, a su vez, explicó que pese a una petición de mantener la confidencialidad sobre la relación de personas con acceso prohibido a este país, el bloque comunitario permitió su filtración y además comentó la noticia. Nosotros más bien respondimos con el mismo paso a acciones unilaterales, poco amigables y sin justificación alguna del bloque regional después de contenernos por largo tiempo, comentó Lavrov. En la declaración rusa, aclaró, figuran europeos que apoyaron el golpe de estado en Kiev, en febrero de 2014, con participación de paramilitares neofascistas, tras meses de violentas protestas, que llevaron a la salida por la fuerza del presidente Viktor Yanukovich. De ninguna forma seremos los primeros en desatar esta espiral de conflicto, pues todo depende de nuestros socios europeos, declaró el canciller ruso.

La reacción rusa está vinculada a recientes comentarios de un vocero del servicio exterior de la UE que calificó de injusta la existencia de una relación de 89 europeos limitados a viajar a Rusia, entre ellos, jefes de inteligencia, militares y diputados. Una vez más, los líderes del viejo continente juega a la política sibilina y oportunista.


Equipo Internacional –CAD CHILE
Junio 1 de 2015



[3]Resolución del Parlamento Europeo sobre la invasión de Ucrania por Rusia”, Red Voltaire, 13 de marzo de 2014.
[4] Ver: “Recuento de las sanciones de Occidente contra Rusia”, en:
http://www.telesurtv.net/news/Recuento-de-las-sanciones-de-Occidente-contra-Rusia-20140917-0056.html.

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