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martes, 12 de mayo de 2015

GOBIERNO DE LA ‘NUEVA MAYORIA’ DA GIRO AL CENTRO Y SE ALEJA DEFINITIVAMENTE DEL PUEBLO Y LOS TRABAJADORES


Y A LAS BASES COMUNISTAS Y SOCIALISTAS, ¿QUÉ LES PARECE ESA VOLTERETA?


Ya lo sabemos. Bachelet anunció la semana pasada que había solicitado la renuncia a todos sus ministros. Lo hizo en un programa televisivo del reaccionario canal católico, cuyo principal dueño es Andrónico Luksic Craig, a quien correctamente se denomina el “gran titiritero de Chile”[1].

Han surgido diversos análisis al respecto; desde la derecha a la izquierda revolucionaria, pasando por las acomodaticias visiones de los diversos integrantes o cercanos de la Nueva Mayoría (NM). Entre estos últimos, por ejemplo, tenemos al boletero falso[2] y diputado del PS Fulvio Rossi, quien, acertadamente, afirma[3] que el nuevo gabinete muestra, “Claramente un giro hacia el centro”. Al hombre, eso sí, le duelen dos cosas; una, la partida del ex de Hacienda y también “socialista” Alberto Arenas; y la otra, cree que el principal escollo para el desarrollo de las políticas de su coalición ha sido una canalla quinta columna.

Sobre lo primero, señalemos que a ese ‘prohombre’ de Arenas, al menos le resulta difícil explicar cómo dos de sus subordinados aparecen con boletas falsas por trabajos inexistentes entre la consultora del financista de la NM Giorgio Martelli y SQM (caso del director de SII Jorratt[4]). Además, bajo su mandato se suponía que iba a ser ampliada una querella del SII que involucraba al UDI Jovino Novoa[5], pero tal trámite fue detenido dentro del SII, con seguridad por parte del PS Jorratt. Esa querella también incluía al recaudador de Frei y Bachelet Giorgio Martelli, quien, agreguemos, es dueño de la sociedad AyN que en 2012 recibió boletas del ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, y de una docena de otros funcionarios cercanos al jefe de gabinete y al buen ex ministro Arenas.[6] Sobre lo segundo, aportemos lo que resulta evidente: la culpa de los pésimos resultados exhibidos por esta 5º gobierno del grupo mantenedor y administrador del sistema de dominación que es la NM, no son más que el fruto de la funesta, antipopular y torcida conducción gobiernista y de las fuerzas que le apoyan. El haberse granjeado la desaprobación del 70% de la población[7], simplemente no es casualidad ni provocado por fuego amigo u otro factor indeterminado.

Con todo, sigamos la hebra de ese giro hacia ‘el centro’ implícito en el recambio del gabinete y que vemos refrendado por el reemplazante de Peñailillo en Interior, el DC Jorge Burgos, un clásico de la ex Concertación. Este, incluso, agrega otro ingrediente[8]: en ese camino hacia la tierra prometida del centro, igualmente se pueden tomar acuerdos para avanzar con el paquete de las famosas reformitas de la NM; es decir, se puede caminar y masticar chicle. Pero, el mismo nos apunta el riesgo que ello conlleva: se debe transigir, “buscar el mayor número de acuerdos y de pactos”, así le llama él. Luego, uno debiera preguntarse: sí la rotación del gobierno fue hacia el centro, ¿de dónde cabe esperar que vengan esos con los que se debe llegar a acuerdos? Simple: de la derecha y el empresariado.

El caminito al acuerdo con la derecha política y económica lo refrenda otro ministro nuevo, de la Segegob en este caso, el ‘socialista’ Marcelo Díaz, quien luego del besamanos, apuntaba que[9]: “Para gobernar hay que dialogar, escuchar y tomar decisiones”. Como el gobierno, los diversos ministerios del área económico-social y los parlamentarios de la NM no se han detenido, hasta ahora, a escuchar a los pobladores, a los estudiantes, a los profesores, a los funcionarios públicos, a los trabajadores en general, ¿podremos esperar que los escuchen ahora, en un gobierno que ha girado hacia el centro y, digámoslo francamente, más bien con vistas a la derecha?  

¡Y los están esperando para dialogar! Manuel Ossandón, un dirigente de la derechista RN, lo dice muy clarito en un twitter: “Con nombramiento de Min. Burgos y Valdés en Hacienda esperemos se guarde la retroexcavadora y resurja el diálogo”[10]. A su vez, la jefa de bancada de los coimeados diputados de la UDI, María José Hoffmann, asegura que: “Salidas d Arenas y Peñailillo reflejan el mal momento q está viviendo el gobierno. Sale el corazón d la campaña. Ojalá sea el fin d la retro [excavadora]”. Otro botón de muestra de la ansiada necesidad de diálogo por parte de la derecha, lo encontramos en las palabras de il capo di tutti capi de la UDI, Hernán Larraín, quien arriesga: “Esperamos que [el recambio de ministros] sea un giro a la moderación” (sería interesante que nos dijera él que hechos constituyeron, hasta aquí, una ‘inmoderación’, toda vez que nadie ha visto acaecer una revuelta ni mucho menos) y agrega, muy esperanzado: “En los próximos días podremos hablar más. Tengo el encargo de trabajar mucho” (claro, menuda pega va a tener, agregamos nosotros, con lo de Novoa, Moreira, Zalaquett, von Baer y de Mussy).

Pero, estimadas y estimados, resultaría relativamente sencillo poder emborronar muchas más cuartillas exponiendo las insuficiencias, faltas de coraje, errores, delitos de los miembros del gobierno, de los ministros y cargos de confianza en el aparato del Estado, de los congresales, de los dirigentes de las fuerzas políticas de la NM y afines, etc. Sobre las derechas política y económica, ni que decir.

Lo que nos lleva a una profunda preocupación y desánimo es la acrítica e ilusa postura de la mayoría de las bases de dos partidos en particular; el Partido Comunista –PC- y el Socialista –PS. Ese amplio conjunto de compañeras y compañeros, que se identifican con los símbolos y el legado político de la izquierda histórica chilena, no han sido capaces de criticar, como corresponde, tanta desgraciada práctica de sus respectivas dirigencias.

Nos parece poco consistente decirse de izquierda y apoyar las políticas antipopulares y contra los trabajadores llevadas a cabo por la coalición gobernante; bueno, no sólo aplicadas ahora, sino hace varias décadas. Porque, ¿cómo se pueden catalogar las condiciones actuales en que mantienen a los pueblos y los trabajadores de Chile? ¿Qué se puede decir del miserable salario mínimo; de las miserables pensiones merced al fatídico sistema de AFP; del trato al pueblo Mapuche; de la justa reparación a los/as presos/as políticos/as de la dictadura (entre los/as cuales se cuentan la mayoría de los ‘viejos/as’ comunistas y socialistas); sobre la efectiva verdad, reivindicación y justicia en todos los casos de atropellos a los DDHH cometidos bajo la dictadura cívico-militar? Alguna de las, a estas alturas, manoseadas reformas de la administración de la NM, ¿ha cumplido, cumple o cumplirá con dar cuenta de las necesidades de las grandes mayorías nacionales?; ¿alguna de ellas renacionalizará el cobre y todos los recursos naturales que ya no son más chilenos?; ¿nos brindarán salud y educación gratuitas y de calidad, viviendas dignas y un largo etcétera?   

Sobre éste último punto, el de las ofertadas reformas, nos sorprende a estas alturas del partido que las bases comunistas y socialistas se compren su supuesto carácter renovador y liberador de las rémoras del oscuro pasado dictatorial. Sobre todo porque basta echarles una mirada somera para saber que sus alcances son más que limitados y toda vez que en su discusión no han participado –y no se ha dejado participar- a los legítimos representantes de los pueblos y los trabajadores de Chile.

Por favor, convengamos en que este cambio de gabinete realizado por la administración Bachelet sólo busca dar vuelta la página a tanto delito y entuerto político-judicial que hoy salpica a muchas figuras gubernativas y que con ello se intenta decir “aquí no ha pasado nada”. Los partidos integrantes de la NM, en específico sus dirigencias, nuevamente impusieron sus mezquinos intereses y cuotearon un secretariado que acompañará a la prima donna hasta donde alcancen en éste zarandeado gobierno en que se embarcaron y donde supieron engatusar a tantas y tantos con la promesa de llevar a efecto unas vanas pero bien adornadas reformas.

Con todo, compañeros y compañeras socialistas y comunistas, es tiempo de dar vuelta la espalda a aquellos que sólo se sirven del apoyo popular para solventar unos intereses que no tienen nada que ver con las aspiraciones del pueblo trabajador. Nos parece, humildemente, que todo/a buen/a militante de base de aquellos que fueran el Partido Socialista y Comunista de Chile debiera preguntarse, con un ánimo revolucionario, cómo un lote de encorbatados pro-capital y aprovechados funcionarios a pago de las tristemente célebres SQM, Penta y Caval se hicieron de los partidos en que militaran hombres y mujeres dignos, como Salvador Allende y su hija Tati, Arnoldo Camú, Carlos Lorca, los Palestro, Elmo Catalán, Exequiel Ponce, la Negra Lazo, Víctor Jara, Horacio Cepeda, Víctor Díaz, Marta Ugarte, Lincoyán Berríos, Reinalda Pereira, Gladys Marín, y tant@s otr@s identificables inequívocamente como socialistas y comunistas. Les pedimos, por favor, que prontamente hagan ese cuestionamiento. Esta y las próximas generaciones populares se lo agradecerán. 


¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!


Colectivo Acción Directa –Chile
Mayo 12 de 2015




[4] http://www.t13.cl/noticia/politica/arenas-y-gestion-de-jorrat-en-casos-de-corrupcion-ha-sido-totalmente-transparente La empresa del turbio operador era AyN y habría funcionado entre 2012 y 2013, plena campaña parlamentaria, Cores  y presidencial –nota del CAD
[6] La sociedad de Martelli recibió dinero de la empresa SQM Salar, controlada por el ex yerno de Augusto Pinochet, Julio Ponce Lerou, y se sospecha que sirvió como caja pagadora de un equipo que operó en la precampaña presidencial de Michelle Bachelet.

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