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jueves, 19 de febrero de 2015

UNION EUROPEA JUEGA AL “POLICIA BUENO” CON RUSIA SOBRE ACUERDO EN UCRANIA


Traducción de “EU Plays ‘Good Cop’ With Russia Over Ukraine Deal”, de Ulson Gunnar*, publicado en Journal-neo.org, 17/02/15

“la UE ha revelado ser tan beligerante e incondicionalmente irracional como EEUU. Rusia probablemente ya estaba consciente de la absoluta falta de voluntad real y de buena fe de Occidente, en cuanto a que éste haga algún intento por poner fin a una guerra en que aún no puede enmarcar un diploma de honestidad.”


El presidente de Estados Unidos Barack Obama ya había comentado sobre el conflicto ucraniano, alegando que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, estaba acelerando y saltándose todas las "vías de salida" ofrecidas por el mismo Estados Unidos y sus aliados militares de la OTAN para poner fin a la violencia. Y así fue como EEUU y el resto de la OTAN aparecieron como que estaban a punto de tomar su propio consejo y utilizar el acuerdo de Minsk para salvar las apariencias de sus propias "vías de salida", pero en vez de eso ellos han decidido meter el acelerador a fondo.

Por supuesto, tomando en cuenta la larga historia de la OTAN de expansionismo hacia el este, de militarismo global y de agresión extraterritorial, hay pocas esperanzas de que algo positivo resulte de Minsk. En su lugar, la OTAN lo ha utilizado como un medio para dibujar una línea arbitraria que el monopolio de sus medios de comunicación reclamarán en el futuro cercano que Rusia ha "cruzado", justificando así medidas aún mayores para intensificar el conflicto, incrementar el derramamiento de sangre y contribuir a que su régimen cliente en Kiev se aferre al poder un poco más.

Una táctica similar está siendo empleada simultáneamente en Siria, donde el presidente Obama ha intentado recibir mayor autorización para librar la guerra "contra ISIS[2]." Por cierto, salvo algún intento real por apuntar a los estados patrocinadores de ISIS, tal guerra está condenada al fracaso. Y mientras las medidas del presidente Obama están encaminadas a "detener a ISIS", librando una guerra más amplia en Irak y Siria, el Pentágono ya ha admitido que ISIS se ha extendido hasta Afganistán. Una vez más, incluso a su valor nominal, el relato elaborado por los EEUU no suma nada.

Es importante recordar esto, y los paralelos entre Ucrania y Siria no deben ser tan ligeramente desestimados. El constante caos en Siria presagia el destino de Ucrania. Básicamente, se trata de una nación destinada a ser quemada completamente hasta el suelo antes de permitir que la agenda de la OTAN se pueda revertir. Y tomado en cuenta este paralelo, uno fácilmente podría haber adelantado que cualquier buena voluntad expresada por la UE (Unión Europea -N del CAD) antes de la reunión en Minsk era falsa, y que los puñales de las sanciones adicionales, la extendida ayuda militar para la junta de Kiev y la postura adicional de la OTAN sobre las fronteras de Rusia vendrían todas a darse como inevitables.

"Poli Bueno, Poli Malo"

Si EEUU está abofeteando a Rusia alrededor de la sala de interrogatorios, la UE es la parte más razonable de un dúo trabajando concertadamente para romper la voluntad de Rusia. La UE habla con suavidad, ofreciendo a Rusia concesiones y compromisos, pero en última instancia tiene exactamente el mismo juego final en mente que EEUU. Para ilustrar esto, con el acuerdo convenido en Minsk, la Canciller alemana Angela Merkel ha cambiado los engranajes y está tomando una línea dura en la imposición de sanciones contra Rusia, aparentemente para asegurarse que Rusia implemente su parte del acuerdo.

Las payasadas post-acuerdo incluyeron las del primer ministro del nuevo Estado cliente de la OTAN, Arseniy P. Yatsenyuk, del cuestionable Partido “Patria", quien amenaza a Rusia desde los confines del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores. El New York Times[3] publica varias de sus acusaciones dirigidas a Rusia, junto con las demandas de la canciller Angela Merkel de que Rusia debe cumplir primero con todos los requisitos antes que cualquier gesto sea exhibido por parte de la Unión Europea respecto del levantamiento de las sanciones.

De hecho, no sólo las sanciones existentes no se van a levantar, sino que las sanciones ya previstas se llevarán a la práctica tal como estaba previsto a pesar de la firma del acuerdo.

Aquellos que están familiarizados con el concepto de negociación podrán darse cuenta de cuán insostenible es ésta postura, y que tal actitud es la intencional e inmediata saboteadora del acuerdo aceptado por ambas partes. En realidad, la Unión Europea ya lo ha violado y permitido voluntariamente que su régimen cliente en Kiev siga haciendo inflamatorios y contradictorios comentarios dirigidos a no aliviar las tensiones, pero haciéndose la tonta.

Por lo tanto, la UE ha revelado ser tan beligerante e incondicionalmente irracional como EEUU. Rusia probablemente ya estaba consciente de la absoluta falta de voluntad real y de buena fe de Occidente, en cuanto a que éste haga algún intento por poner fin a una guerra en que aún no puede enmarcar un diploma de honestidad.


¿Exigiendo a Rusia que detenga un conflicto que la OTAN comenzó?

Comenzando con el violento derrocamiento, respaldado por la OTAN, del gobierno electo en Ucrania durante las manifestaciones de los euromaidan[4], de 2013-2014, el conflicto creció hasta convertirse en una verdadera guerra civil cuando auténticas brigadas neonazis se desplegaron hacia el este para obligar al resto de Ucrania a aceptar la junta recién instalada. Se ha documentado, aun por parte de los propios grupos promotores de los derechos humanos de Occidente, que estos militantes neonazis están cometiendo atrocidades a la par de ISIS.

La revista Newsweek, difícilmente una "propagandista del Kremlin", incluso publica un informe titulado literalmente, "Voluntarios nacionalistas ucranianos cometen crímenes de guerra al estilo ISIS"[5], admitiendo que "Grupos de nacionalistas ucranianos de derecha [leales a Kiev –N del A] están cometiendo crímenes de guerra en los territorios ocupados por los rebeldes del este de Ucrania, según un informe de Amnistía Internacional, como lo evidencia la aparición en medios de comunicación locales de milicianos voluntarios decapitando a sus víctimas."

Mientras los EEUU y la UE pretenden que sus propios grupos de defensa de los derechos humanos no están registrando los horrores que están siendo llevados a cabo por su régimen cliente de Kiev, han afirmado hasta la saciedad que todo el conflicto es, en cambio, el resultado de la "agresión rusa." Exigen que ésta "agresión" termine, pero tal demanda no toma en cuenta la violencia espeluznante que sus propias fuerzas están cometiendo junto a las fronteras de Rusia.

Y esto es precisamente la raíz del problema.

El conflicto está directamente sobre las fronteras de Rusia, con algún tipo de "zona de amortiguación" entre la OTAN y Rusia, que fue disuelta por la constante y agresiva expansión hacia el este, tanto por parte de la OTAN como de su componente político, la Unión Europea. El conflicto no es inminente en Bruselas o a las puertas de Washington, sino que en Moscú.

El desprecio intencional de EEUU y de la UE de este simple hecho, o de cualquier reconocimiento razonable sobre la desventaja que tiene la OTAN frente a Rusia, o del imperativo que asiste a ésta de asegurar directamente la estabilidad a lo largo de sus fronteras, es indicativo de la falta de honradez de la UE cuando asistió al encuentro de Minsk. La incapacidad de la Canciller Angela Merkel por mostrar buena voluntad hacia Rusia, aliviando en forma parcial las sanciones, es acaso simplemente otro intento por propagar una narración deshonesta y destructiva, impulsada por la misma deshonesta y mala voluntad que desencadenó esta confrontación en un comienzo.

Rusia ha tratado de ser razonable al aceptar el acuerdo de Minsk. El cual, por su parte, puede comenzar gradualmente a ser puesto en práctica. Si la UE quiere seriamente que el conflicto bosqueje un final, también debería gradualmente hacer un buen intento por cumplir con su parte del trato. Una entidad supranacional que desempeñó un papel central en el derrocamiento del gobierno de Ucrania, en 2013-2014, no puede simplemente ser "de confianza." La buena voluntad y la confianza en las que cree la UE son simplemente títulos que deben ser ganados. Los comentarios de la Canciller Angela Merkel y las artimañas que tuvieron lugar justo después del acuerdo, nos muestran a una UE no más sofisticada que los merodeadores mundiales al otro lado del Atlántico.

Si bien la UE apareció como suavizando las sanciones en contra de Rusia en vista del acuerdo, vemos ahora que simplemente estaba jugando al rol del "poli bueno." Lucía como alejándose desde la irracional y autodestructiva agenda impuesta por Washington, pero hoy parece que en su lugar tiene un doble juego.


*Ulson Gunnar, un analista geopolítico y escritor establecido en Nueva York, escribe especialmente para la revista en línea "Nueva Perspectiva del Oriente"[6].


Equipo Internacional –CAD CHILE
Febrero 19 de 2015




[2] Se refiere al Emirato Islámico, EI, conocido antes como Emirato Islámico en Irak y el Levante -EIIL o ISIS en inglés. Utilizaremos el acrónimo dado por el autor (N del CAD).

[4] Término que deriva de las turbas que se reunían en la Plaza (Maidan) Independencia (Nezalezhnosti) de Kiev, noviembre-diciembre 2013, exigiendo la salida del presidente electo Yanukovych y su recambio por un gobierno pro-Europa –N del CAD.

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