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lunes, 2 de febrero de 2015

¿PUNTO DE INFLEXIÓN EN UCRANIA?


Traducción de 
“Tipping Point in Ukraine”
de William Boardman*, 
publicado en Dissident Voice,[1]
01/02/15

A Ucrania la tritura la guerra bajo el alto al fuego, sin que se avizore un camino hacia la paz


Casi todo lo referido a Ucrania es turbio y poco fiable en estos días, inclusive antes que se tome en consideración alguna de las intromisiones por parte de potencias externas que juegan descuidadamente con sus peones eslavos. Vistos en sus más oscuras facetas, los acontecimientos de los últimos 20 meses (y de los pasados 20 años) reflejan una mortal espiral Este-Oeste que se está acelerando, y de la cual ninguna de las partes comprometidas muestra algún deseo de desengancharse.

La guerra civil[2] en el este de Ucrania ha proseguido irregularmente desde septiembre, cuando las partes firmaron un alto el fuego conocido como el Acuerdo de Minsk. El cese del fuego ha sido a menudo más honrado en la violación que en la observancia, pero, en general, ha dado lugar a bastante menos derramamiento de sangre, especialmente entre los civiles, que en los seis meses anteriores de combates. En la primavera de 2014, el nivel de las muertes se intensificó, a instancias de los Estados Unidos, cuando el recién instalado gobierno golpista en Kiev eligió atacar en vez de negociar con las auto-proclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y de Luhansk (ahora se sumó el auto-proclamado estado federativo de Novorossiya).  Hasta el momento, sólo la República de Osetia del Sur ha reconocido a estas “repúblicas” ucranianas como países independientes. A su vez, sólo Rusia, Nicaragua, Venezuela y Nauru reconocen a Osetia del Sur, que declaró su independencia de Georgia en 1990, pero reafirmada sólo en 2008, con la ayuda de la intervención rusa.

En comparación, la muy pequeña República de Kosovo[3], que declaró su independencia de Serbia en 2008, rápidamente aseguró su independencia gracias a la intervención militar norteamericana y de la OTAN, demostrándose con ello la política de doble rasero aplicada por la comunidad internacional a las cuestiones de la "integridad territorial" y de la "soberanía". La sin litoral Kosovo, con una población cercana a los 1,8 millones de personas, es ahora reconocida por 108 países miembros de las Naciones Unidas[4], incluyendo los EE.UU., Canadá, la mayor parte de Europa, Arabia Saudita, Afganistán y Yemen.

Durante el verano de 2014, los militares de Ucrania capturaron gran parte del territorio de las repúblicas de Donetsk y Luhansk y otras zonas en poder de estas, pero a un costo considerable para la población civil. Se estima que 2,8 millones de personas de origen ruso han emigrado de Ucrania a Rusia durante el año pasado. El avance del ejército ucraniano fue detenido gracias al apoyo militar ruso a las repúblicas mencionadas, sostén que Rusia niega entregarles, al igual que los EE.UU. y otros países de la OTAN niegan el apoyo que le han brindado a Ucrania. Las dos Repúblicas tienen ahora unos 3 millones de personas y tienen acceso al Mar Negro a lo largo de su frontera meridional.

¿Alguien realmente quiere una solución en Ucrania?

Antes de la aún pendiente reunión internacional de alto nivel en Kazajstán, cada lado reclama que el otro viola crecientemente el alto al fuego con disparos de armas pequeñas, de mortero y con ataques con cohetes en los últimos días. Un anónimo reportero de AP ha informado que vio cohetes ucranianos disparados a las posiciones de los separatistas. Ahora que Ucrania y las potencias extranjeras han desechado las conversaciones de paz, el gobierno ucraniano ha alegado que un cohete separatista mató a diez civiles en un autobús en el aeropuerto de Donetsk, un campo de batalla clave desde hace meses. Sin confirmar, este informe es algo que crédulamente han informado Reuters[5] y el New York Times[6], entre otros, mientras que Los Angeles Times[7] aguarda una verificación independiente. [Este es uno de los memes del conflicto ucraniano, un crimen de guerra en que cada lado culpa al otro, mientras la gente del exterior cree que la verdad es lo que respalde su sesgo político; otra versión,[8] de la misma historia, se desarrolló parecidamente en octubre]

Ucrania inició el 15 de enero las conversaciones de paz sólo para tener efectivamente la oportunidad de escabullirse. La secuencia de los acontecimientos, contradictoria en sí misma, parece haber ido así: el Presidente ucraniano Petro Poroshenko, el oligarca multimillonario del chocolate, anunció a finales de diciembre que se reuniría el 15 de enero en Astana, la capital de Kazajstán, con el Presidente francés Francois Hollande[9] y el Presidente ruso Vladimir Putin, así como con la Canciller Angela Merkel. Hasta el 10 de enero, estos países aún no confirmaban la reunión. Mientras tanto, Merkel se reunió con el Primer Ministro de Ucrania Arseniy Yatsenyuk, el ‘chico americano’ en Ucrania, y luego arrojaron dudas sobre si el encuentro del 15 de enero se efectuaría, o si habría alguna otra tertulia para continuar trabajando porque al fin Ucrania colapse en un Estado fallido.

En otras palabras: cuando el presidente de Ucrania anuncia las conversaciones de paz, el primer ministro de Ucrania se reúne con un actor fundamental y dichas conversaciones de paz quedan canceladas. ¿Quién está a cargo? Según la constitución de Ucrania, ambos tienen una suerte de autoridad gubernativa. No existe un mecanismo constitucional para resolver las tensiones entre estas instancias cuando los titulares a cargo eligen darse cabezazos (como ocurrió anteriormente entre el presidente Viktor Yushenko, un banquero central cuyas políticas enfurecieron por igual a comunistas y oligarcas, y la primera ministra Yulia Tymoshenko, una enfurecida oligarca del gas natural). Esta disfunción estructural, integrada en la constitución ucraniana, es uno de los motivos del porqué Ucrania ha sido incapaz de gobernarse eficazmente así misma durante más de una década, lapso en el cual se ha convertido en una cleptocracia de clase mundial.

¿Por qué Merkel ha establecido condiciones que ella sabe son imposibles?

Con el objeto de establecer sus "razones" para bloquear las conversaciones de paz, la Canciller alemana Angela Merkel[10] ha creado una historia de portada que sonaba vagamente creíble, pero que no tiene sentido para alguien que entienda que los términos que ella reclama, en el mejor de los casos, serían logrados a muchos años, si fuesen factibles del todo. Como el Times lo informó[11]: "Merkel dejó en claro que todo el acuerdo de Minsk necesita cumplirse antes que las sanciones de la Unión Europea en contra de Rusia puedan ser levantadas." La elección de los norteamericanos para el liderazgo ucraniano, Yatsenyuk, hizo eco en Merkel, pero añadieron su propia y obviamente egoísta prioridad: cierre de la frontera entre Rusia y las Repúblicas.

El acuerdo de Minsk refleja una propuesta de paz presentada por primera vez por Presidente ucraniano Poroshenko, en junio de 2014. Sólo hay cuatro signatarios materiales de dicho Acuerdo: Ucrania, Rusia y las Repúblicas de Donetsk y Luhansk. El acuerdo se alcanzó bajo los auspicios de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el único otro signatario. Una presunción tácita del acuerdo es que las Repúblicas de Donetsk y Luhansk serán reintegradas en Ucrania, con todos sus derechos intactos. El acuerdo de Minsk consta de 12 puntos, sin prioridad entre ellos, cada uno de los cuales es un objetivo al que aspiran ambas partes, aunque algunos de los elementos pueden ser logrados sólo por un lado u otro:

- Cese al fuego bilateral
- Vigilancia de la OSCE del alto al fuego
- Descentralización del poder en virtud de la ley que se aprobó por parte de Ucrania
- Vigilancia permanente de la OSCE de la frontera Ucrania-Rusia
- Liberación de todos los rehenes
- Amnistía para los separatistas, por ley que Ucrania apruebe
- Continuar un diálogo nacional inclusivo
- Mejorar las condiciones humanitarias de Donbass
- Elecciones locales coherentes con la ley de Ucrania
- Todas las partes retiran las fuerzas militares mercenarias e ilegales
- Adopción del programa de recuperación y reconstrucción de Donbass
- Proteger a todos los participantes en las consultas

En efecto, el acuerdo de Minsk es un desordenado programa de 12 pasos diseñado para ayudar a aquellas personas que, junto con sus amigos y familiares, permanezcan adictos a estallidos descontrolados de violencia intestina. Se les llama "Ucrania-anon." Al igual que cualquier programa de 12 pasos, los participantes suelen necesitar el apoyo de personas cercanas a ellos, para que tengan éxito en la mejora de sus vidas. Cuando alguien como Angela Merkel, quien se encuentra fuera del proceso formal, se confabula con alguien que supuestamente está dentro del proceso para socavarlo, probablemente el proceso sea saboteado. Eso parece ser lo que sucedió, al menos en el corto plazo.

Hasta que Occidente cese de agredir a Rusia, sus exhortaciones a la paz son un mal chiste

La posición de Merkel, que refleja la del Primer Ministro Yatsenyuk y la de sus auspiciadores estadounidenses, es engañosa y destructiva. Suspender el proceso de paz hasta que el acuerdo de Minsk pueda ser realizado plenamente es, a sabiendas, prolongar las hostilidades por un incierto número de años. Hacer que las sanciones de la Unión Europea sobre Rusia dependan de la completa implementación del acuerdo de Minsk, es entregar a Ucrania el derecho de veto en la UE. El acuerdo no puede ser plenamente implementado hasta que Ucrania adopte las leyes pertinentes, y no hay mucho para persuadir a Ucrania para que haga otra cosa que no sean sus propias motivaciones. Si Ucrania fracasa en promulgar las leyes prometidas, Merkel tendría que continuar con el castigo de la UE a Rusia, lo cual parece ser el juego ya por cerca de 20 años.

Rusia y Ucrania parecen estar en un punto de inflexión, y es de imaginar que el delicado equilibrio de estos y de otros países afectados pudiera prolongarse por un largo tiempo. Y otros agentes, incluidas las Naciones Unidas, podrían actuar para contribuir a la estabilización de la región y para mejorar la economía y el daño a los derechos humanos, los que amenazan con continuar desatendidos. Probablemente, los EE.UU. y Europa continuarán sus políticas de deliberada desestabilización hasta el día en que todo se desmorone y entonces Washington, apuntando con el dedo, dirá: "Ven lo que Rusia ha hecho ahora!?"

Hay muchas briznas[12] agitadas en ese viento, y por ahora parece que está soplando un viento nocivo y que no es bueno. Una muestra de esas briznas:

La Ley de Apoyo a la Democracia ucraniana[13], de 2014, fue aprobada por ambas cámaras del Congreso por unanimidad, sin debate y sin una votación registrada. El Presidente (Obama –N de T) promulgó la ley el 18 de diciembre. El proyecto de ley Página-17 es un modelo del ‘estilo guerra fría’, de duplicidad que encubre una virtual declaración de guerra mundial en la retórica de los altos principios, amenazas imaginarias y una gramática chapucera:

“Es la política de los Estados Unidos fomentar la colaboración con el Gobierno de Ucrania en la recuperación de su soberanía e integridad territorial para impedir al Gobierno de la Federación de Rusia que promueva la desestabilización e invasión de Ucrania y de otros países independientes de Europa Central y Oriental, el Cáucaso y Asia Central”

Entre otras cosas, en el proyecto de ley autoriza al presidente a imponer siete páginas de nuevas sanciones a Rusia, interferir en la democracia y sociedad civil de Rusia, expandir la difusión de propaganda estadounidense en la región, ampliar el apoyo no militar a Ucrania, e iniciar la entrega de US$350 millones en ayuda militar a Ucrania durante los próximos tres años. La última sección del proyecto de ley dice que no debe ser "interpretado como una autorización para el uso de la fuerza militar."

Cuando el presidente Obama firmó el proyecto para hacerlo ley, la Casa Blanca[14] emitió una declaración en la que el presidente dice, en parte, con toda la debida hipocresía y duplicidad:

“Mi Gobierno seguirá trabajando en estrecha colaboración con sus aliados y socios en Europa y en el ámbito internacional para responder a los acontecimientos en Ucrania, y continuaremos revisando y calibrando nuestras sanciones para responder a las acciones de Rusia. Una vez más, instamos a Rusia a que ponga fin a su ocupación e intento de anexión de Crimea, a que deje de apoyar a los separatistas en el este de Ucrania, y a que cumpla las obligaciones que firmó bajo los acuerdos de Minsk.”

* Ucrania es un país empobrecido al borde del colapso económico. La nueva ministra de finanzas, Natalie Jaresko[15], es una ciudadana de los Estados Unidos que manejaba un fondo de cobertura financiero de EEUU con base en Ucrania, que fuera acusado de uso de información privilegiada ilegal. Ella también manejó un fondo de la CIA para apoyar movimientos "pro-democracia" y ‘lavaron’ más de US$5 mil millones de dólares que los EE.UU. gastaron para apoyar las protestas de Maidan, que llevaron al golpe de Kiev en febrero de 2014. Jaresko es una gran fan de la austeridad para el pueblo en las economías con problemas.

* Escrito en la Revista Nueva York de libros del 7 de enero, el multimillonario George Soros[16] ve a Europa y los Estados Unidos tramando hacia fracaso, no sólo por Ucrania, sino también por Europa. Soros no objeta la opinión oficial de la "agresión rusa" o de los "intentos por desestabilizar Ucrania" y el resto de la línea de propaganda que sustenta las sanciones. Desafiando la sabiduría convencional, Soros se centra más bien en la actual, inherente, desbordada, y persistente inestabilidad surgida al mantener un estado cleptocrático:

“… la antigua Ucrania está lejos de estar muerta. Ella domina la administración pública y la judicatura, y sigue muy presente en los sectores privados (oligárquico y cleptocrático) de la economía. ¿Por qué debieran trabajar los empleados estatales por prácticamente ningún salario a menos que puedan utilizar su posición como una licencia para obtener sobornos? Y ¿cómo puede un sector empresarial que se nutrió de la corrupción y de los sobornos funcionar sin sus edulcorantes? Estos elementos retrógrados están bloqueados en la batalla con los reformistas.”

En esencia, Soros sostiene que reformar Ucrania para convertirlo en un honesto Estado moderno que ofrece oportunidades y justicia será, al menos, tan eficaz como respuesta a Rusia que la actual hostilidad continuada y esfuerzos poco entusiastas en Kiev. Para lograr esto, él postula un paquete de ayuda de US$50 mil millones, en circunstancias que la UE está teniendo dificultades para gestionar US$2 mil millones. Su punto de vista es abiertamente idealista:

“Ayudando a Ucrania, Europa puede ser capaz de recuperar los valores y principios sobre los que la Unión Europea fue fundada originalmente. Es por eso que estoy defendiendo tan apasionadamente que Europa necesita someterse a un cambio de corazón. El momento de hacerlo es ahora.”

Bien o mal, este es un visionario y el mundo de la sabiduría popular no lo está comprando. Los Estados Unidos y la Unión Europea parecen decididos a seguir tomando las familiares y cómodas acciones que ellos  saben fracasarán, como en los viejos tiempos.

* Tal vez el más vívido signo que los fracasos del pasado permiten augurar los fracasos del futuro es la aclamación del Senador John McCain para la presidencia del Comité de Servicios Armados del Senado, donde a veces estará en condiciones de ejercer un poder de cuasi-veto sobre la autoridad constitucional de la Casa Blanca para conducir los asuntos exteriores. En un sensual baile de adulación verbal en el N. Y. Times del 13 de enero, Sheryl Gay Stolberg caracteriza la aparente incapacidad de McCain para aprender de los fracasos como propio de su ser "salvaje". La reportera permite que McCain sea "belicoso", pero enmarca su responsabilidad frente a la nación y al mundo como una cuestión en que él "hará la guerra o algún arreglo con la Casa Blanca." McCain está en camino a aumentar el gasto del Pentágono y en mantener el campo de prisioneros de Guantánamo, y habla con abierta amargura sobre la falta del presidente en dirigirle una llamada telefónica. Como Stolberg dice sobre McCain: "Si por él fuera, los Estados Unidos tendrían tropas terrestres en Siria, más tropas en Iraq y Afganistán, y un suministro continuo de armas a Ucrania".

A pesar de que el alto al fuego en Ucrania estaba haciendo efecto tras la firma del acuerdo de Minsk, McCain estuvo llamando a los EEUU a armar a Ucrania[17] para defenderse contra la "invasión rusa" que él ve como parte del proyecto de Putin por "restablecer el antiguo imperio ruso." McCain pidió también a los EEUU enviar “asesores” militares.

Puede ser que el futuro no sea dominado por la lucha entre aquellos que están satisfechos con sólo una pequeña guerra en la frontera de Rusia, y aquellos que quieren una guerra completa porque eso es todo lo que saben. Lo veremos, sin duda. Y por ahora, las advertencias desoídas del ex presidente soviético Mijail Gorbachov[18] siguen cayendo en orejas sordas, y los líderes ciegos de todas las partes[19] andan a tientas su camino en "un vórtice sin salida."

¿Cuánto tiempo puede durar el actual equilibrio inestable?

* William M. Boardman, estadounidense, abogado y escritor, tiene más de 40 años de experiencia en teatro, radio, televisión, periodismo escrito y no-ficción, incluidos 20 años como juez en el poder judicial de Vermont (EEUU). Ha recibido honores de Writers Guild of America, Corporation for Public Broadcasting, de la revista Vermont Life, y una nominación a los Premios Emmy de la Academia de Artes y Ciencias de la televisión. Este artículo fue publicado por primera vez en Reader Supported News.[20]

Equipo Internacional –CAD CHILE
Febrero 2 de 2015




[1]Tipping Point in Ukraine?”, William Boardman, 01/02/15; en: http://dissidentvoice.org/2015/02/tipping-point-in-ukraine/  

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