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martes, 3 de febrero de 2015

CHARLES HORMAN Y FRANK TERUGGI, ALGO DE JUSTICIA DESPUÉS DE UN LARGO CAMINO

“La auténtica responsabilidad de la muerte de mi hijo está en la propia embajada de EE. UU. Su vida fue sacrificada para encubrir las actividades estadounidenses en Chile",......"En 1973, los medios de comunicación no mostraron gran sagacidad en comprender el alcance de las operaciones encubiertas en Chile: la administración Nixon, acosada por Watergate, negaba una y otra vez la intervención ilegal contra el gobierno de Allende ",....."Las informaciones recogidas por Charles pudieron cambiar las cosas. A fin de impedirlo, se facilitó su nombre y dirección a las autoridades militares chilenas para que lo detuvieran e interrogaran"
Ed Horman, padre de Charles, muerto en 1994 sin ver justicia para su hijo


Después de 41 años y medio de sus asesinatos y a 14 desde el inicio de la investigación judicial, ayer lunes 2, el ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago Jorge Zepeda dictó las sentencias de primera instancia en los casos de los homicidios calificados de los ciudadanos estadounidenses Charles Horman Lazar y Frank Teruggi Bombatch, condenando a 6 años de cárcel al ex brigadier del Ejército y agente de la DINA Pedro Espinoza Bravo y a 2 años de prisión remitida al ex civil de la Fuerza Aérea Rafael González, un cómplice de Espinoza. El otro incriminado directo, el ex Comandante de Grupo de la Misión Militar de Estados Unidos en Chile capitán de Navío Ray E. Davis, resultó eximido, pues, lamentablemente para la causa, falleció en abril de 2013.

En la arista civil del juicio por éste infame delito[1], el magistrado ordenó a los condenados y al Estado a pagar solidariamente $200 millones a Joyce Horman, viuda de Charlie, y una cifra igual a Janis Terucci, hermana de Frank.

Ambos periodistas, integrantes del progresismo estadounidense y simpatizantes del proceso abierto por la UP en Chile, murieron asesinados entre el 18 y el 22 de septiembre de 1973, pocos días después del golpe de Estado del 11 de septiembre que instalara en el poder al dictador Pinochet y a una junta militar. Sus cuerpos fueron hallados en las calles de Santiago, acribillados a balazos y llevados a la morgue de Santiago, desde donde desaparecieron. Sólo Horman sería habido y rescatados sus restos desde la fosa común del Cementerio General, siendo repatriados en abril de 1974. Muy propio de unas abyectas e inhumanas mentes, la embajada yanqui pidió a la familia cancelar US$900 por el traslado de los torturados restos de Horman y el sinvergüenza del secretario de Estado Henry Kissinger cometió el despropósito de expresarles ‘sus condolencias’.

Horman, que trabajaba como guionista y cuya historia dio pie a la película “Missing”, del director Costa Gavras (1982), tenía 31 años de edad al momento de su asesinato. Director de cine y periodista, había estado viviendo en Chile con su esposa, Joyce, y estaba abocado a investigar la política de asesinatos implantada tras el golpe militar a la vez que escribía guiones para Chile Films, desde su llegada al país en 1972. Detenido el 17 de septiembre de 1973, el 15 es trasladado desde Viña del Mar a Santiago por el capitán Ray Davis, que tenía el cargo de comandante de grupo de la misión militar de EE.UU. en Chile. Una vez en la capital, Horman fue detenido e interrogado en las dependencias del Ministerio de Defensa, procedimiento en el cual Pedro Espinoza habría participado, según los antecedentes de la indagatoria. Según el texto de la investigación, Ray Davis podría haber evitado el asesinato de Horman dado el grado de colaboración con los agentes represores chilenos, aunque no intermedió en el caso porque consideraba “subversivas” las investigaciones periodísticas que su compatriota realizaba en el país. Por ejemplo, Charlie tenía reportes sobre las conexiones entre la CIA y los asesinos del general Schneider[2].

Por su parte, Frank Teruggi, 24 años, era un graduado del MIT de California, donde estudió economía y colaboraba en un compendio de noticias semanal, y al momento del golpe tomaba cursos de economía de la U. de Chile. Había sido un seminarista vinculado a la Teología de la Liberación y fue sindicado por el FBI como miembro del Grupo del Área de Chicago para América Latina (CAGLA), ONG progresista y anti-imperialista considerada “subversiva” por el gobierno de Washington. Frankie participó en manifestaciones y grupos de activistas contra la guerra de Vietnam. Escribía para FIN –Fuente de Información Norteamericana[3], una revista que reportaba las actividades del gobierno de EEUU y de las corporaciones transnacionales alrededor de mundo. Durante toda su permanencia en Chile, él fue seguido en secreto por los servicios de inteligencia de EEUU. Fue apresado en su domicilio en Santiago y trasladado al Estadio Nacional, que por entonces era utilizado como un gran campo de detención durante los primeros meses después del golpe militar. En ese recinto fue asesinado por los militares entre el 21 y 22 de septiembre. Según revelaron algunos documentos desclasificados por el Departamento de Estado de EEUU[4], los servicios secretos de ese país seguían de cerca las actividades de Teruggi en Chile desde 1972. Los agentes estadounidenses, bajo las órdenes del capitán Ray Davis, descubrieron que Teruggi escribía para un medio de izquierda en EE.UU. y entregaron sus antecedentes a los servicios secretos del Ejército, que lo detuvo.

La dura lucha judicial entablada por las familias y compañeros de Horman y Teruggi se inició el 7 de diciembre del año 2000[5], cuando fuera interpuesta una querella criminal genérica (por todos los crímenes cometidos bajo la dictadura cívico-militar) ante la Corte de Apelaciones de Santiago, y patrocinado por los abogados Fabiola Letelier y Sergio Corvalán. Esta acción judicial penal fue interpuesta en el sumario criminal rol Nº 218.298 seguidos contra Augusto Pinochet y otros por el secuestro, homicidio calificado, torturas y otros delitos. Fue acogida a tramitación por el Juez Instructor de fuero, Señor Juan Guzmán Tapia y correspondía a la querella criminal número 189 que se investigaba dentro de la misma causa judicial contra Augusto Pinochet. La querella fue interpuesta además en contra de toda persona, sean chilenas, norteamericanas y de cualquier otra nacionalidad que en la investigación judicial resulten responsables en calidad de autores, cómplices o encubridores de los delitos de secuestro, homicidio calificado, torturas, inhumación y exhumación ilegales, y asociación ilícita, cometidos en perjuicio de Charles Edmund Horman.

El 12 de diciembre de 2000 se solicitó a la Corte Suprema que se designara un Ministro de la Corte Suprema para que en calidad de Ministro Instructor especial sustanciara en primera instancia la investigación por la muerte de Charles Horman, fundada en el Art. 52 del Código Orgánico de Tribunales de Chile. Los tribunales desecharon la especie. Luego, en julio de 2001 y después de muchas gestiones ante los poderes del Estado por parte de los deudos, el Juez Guzmán tomó las declaraciones judiciales a una testigo chilena y cuatro testigos norteamericanos, dos de ellos ex detenidos del Estadio Nacional. También declararon ante el Juez Instructor Terry Simon y Joyce Horman que habían viajado desde New York a Santiago exclusivamente para dar su testimonio ante el Juez Guzmán.

Desde el 8 al 13 de mayo de 2002, Guzmán nuevamente tomó las declaraciones de varios testigos. Steve Volk, quien colaboró en el boletín FIN y fue quien identificó al cuerpo de Frank Teruggi en la morgue, el ex traductor de Salvador Allende y periodista Marc Cooper y el académico Adam Schesh, quien estuvo detenido en el Estadio junto con su esposa, viajaron a Chile para declarar. Varios testigos chilenos, todos ex presos del Estadio Nacional, también declararon ante el juez.

Hasta mayo de 2002, la documentación que Guzmán llevaba abarcaba cinco tomos y en la causa habían declarado 17 testigos estadounidenses y 23 chilenos. El juez buscaba determinar si, como sostiene la familia Horman y lo demuestran los hechos, la embajada y consulado fueron negligentes en no proteger a Horman o si los diplomáticos de los EEUU fueron derechamente encubridores de acciones delictuales. Para dilucidar estas tesis, se careó a Frederick Purdy, Cónsul de los Estados Unidos desde 1969 a 1975 quien se jubiló en Chile, en presencia de los otros norteamericanos para verificar varios aspectos de su declaración que dio el año anterior, y que contradijeron las declaraciones de los testigos querellantes. Al salir del tribunal, Purdy reiteró a la prensa que el consulado, bajo su administración, “consiguió la liberación de 24 ciudadanos de los Estados Unidos, prisioneros en el Estadio Nacional”, lo cual es refutado por los testigos nortemericanos tajantemente. Estos alegan que el Consulado y la Embajada mostraron poco o ningún interés en ayudar a los compatriotas detenidos.

Después, los días 14, 15, 22, y 23 de mayo de 2002, el Ministro Guzmán convocó testigos a la reconstitución de la escena de detención del Estadio Nacional. La diligencia tuvo como objetivo reconstruir la organización y el sistema de detención descritos anteriormente por los testigos en sus declaraciones juradas. Fue el más importante de las diligencias judiciales realizadas en el recinto del Estadio Nacional, convocando al ex Cónsul Frederick Purdy y varios ex presos, ambos chilenos y norteamericanos. Los testigos relataron por separado como fueron hacinados hasta 200 personas en los camarines y otras condiciones de su detención. Varios testigos describieron como un hombre encapuchado acompañado por militares señalaba a los detenidos destinados a fusilamiento. El sonido de la ráfaga de ametralladores fue escuchado más de una vez por muchos detenidos. Todas estas escenas y otras relatadas por los testigos fueron recreadas por unos 30-40 jóvenes de la escuela de detectives.

En octubre 2002, el caso se traspasa al Ministro Jorge Zepeda. Este, el 10 Diciembre 2003, procesa a Rafael González. El juez determinó que González fue cómplice en la planificación y realización del secuestro de Horman y su interrogación, acciones que culminaron con el homicidio.

El caso Charles Horman siguió en fase de sumario por largo tiempo bajo la supervisión de Zepeda. Según los antecedentes recopilados por el juez, las muertes de Horman y Teruggi se enmarcaban en la investigación que realizaban los servicios secretos de EEUU para indagar las actividades políticas de sus conciudadanos en Chile con la colaboración de agentes chilenos. Sin embargo, en un curioso giro del destino, el 29 de noviembre de 2011 el ministro de fuero Jorge Zepeda dictó dos procesamientos respecto de los asesinados[6], resolución en la cual Colonia Dignidad, que antes estuvo ligada en la querella general en contra de Pinochet, volvió a aparecer implicada, de uno u otro modo.

Los procesados entonces, fueron el ex capitán de inteligencia naval de Estados Unidos Ray E. Davis, comandante de la misión militar de ese país en Chile en 1973 (cuya extradición se solicitó el mismo día),  y el ex brigadier y segundo hombre de la DINA, Pedro Espinoza. El primero fue acusado de haber conducido a Horman (quien se encontraba en Valparaíso el 11 de septiembre de 1973) desde el puerto a Santiago, mientras que al segundo le cabría responsabilidad por el papel de asesino directo que cumplió en el Estado Nacional.

Llamó la atención que en el auto de procesamiento figurara el contenido de una de las famosas fichas de inteligencia que el colono alemán Gerd Seewald confeccionaba al interior de Colonia Dignidad para Paul Schäfer. Las primeras fichas se encontraron el año 2000 y el grueso de ellas fue ubicado por la PDI el 2005, en los fundos de Parral y Bulnes, junto con un inmenso arsenal. Sin embargo, su contenido es mayormente desconocido, pues el juez Zepeda les aplicó la Ley de Inteligencia, por lo que algunos sólo algunos retazos de estas se han ido conociendo a través de diversos fallos judiciales, como los dictados por el ministro de fuero de la Corte de Concepción Carlos Aldana, en los casos de Pedro Merino y Adán Valdebenito.

El 17/10/2012, la Corte Suprema accede a la petición de Zepeda e inicia las gestiones para lograr la extradición desde EEUU de Ray E. Davis, el que se suponía estaba en Florida. La verdad es que el vil marine estaba en Chile, a esas alturas, abandonado en un hogar para ancianos y con Alzheimer. El maldito había vivido todo el tiempo en Chile y murió, frustrando a las familias y amigos de Horman y Teruggi, en mayo de 2013. El punto es que EEUU nada dijo sobre esto a su justicia o a la nuestra, y su embajada aseguró que no sabían que Davis vivía aquí[7].  

Ahora surge esta condena del juez Zepeda que, aunque tardía e insuficiente para la sed de justicia de los deudos de Horman y Teruggi, igualmente permite avanzar en otras investigaciones. Por ejemplo, profundizar en las acusaciones a los personajes de EEUU que tenían responsabilidades política en la época del golpe militar en Chile, tales como el entonces Secretario del Estado norteamericano Henry Kissinger; el ex Embajador yanqui en Chile en el período en que ocurrió el crimen, Nathaniel Davis; Frederick Purdy, Cónsul de EEUU desde 1969 a 1975 y quien se jubiló en Chile y otros funcionarios y testigos.

Terminemos este resumen con unas sensibles palabras de la viuda de Charlie, Joyce[8]:


“La historia de Charles es tan relevante hoy como lo era hace 40 años, y hace que las causas en contra de los responsables sigan siendo apremiantes. La madre de Charles, Elizabeth, a menudo utilizaba el refrán, "no dejaremos piedra sin remover." Esa, también, es mi misión, y debe ser la meta de todos aquellos dedicados a un mundo justo en el que ningún individuo es demasiado grande o demasiado poderoso para dejar de responder por sus crímenes.”



¡NI OLVIDO NI PERDON: VERDAD, JUSTICIA Y MEMORIA!
¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!


Colectivo Acción Directa-CHILE
Febrero 3 de 2015


[1]Justicia decreta condenas por asesinato de Charles Horman ocurrido en 1973”, 02/02/15; en: http://www.lanacion.cl/noticias/site/artic/20150202/pags/20150202120259.html
[2]Caso de Charles Horman; Un Periodista de Conciencia”, septiembre 2006; en: http://www.memoriayjusticia.cl/espanol/sp_enfoque-Chhorman.html
[3]Frank R. Teruggi”, 2013; en: http://www.hormantruth.org/ht/bio_teruggi
[4]Seeking Justice in Chile: A Personal History”, 2007; en: http://www.oberlin.edu/news-info/observations/observations_steven_volk2.html
[5]Caso de Charles Horman; Un Periodista de Conciencia”, supra.
[6]El vínculo de Colonia Dignidad con los crímenes de Horman y Teruggi”, 07/09/13; en: http://documentomedia.cl/2013/09/07/el-vinculo-de-colonia-dignidad-con-los-crimenes-de-horman-y-teruggi/
[8]Justice for Charles Horman – and the truth about the US and Chile's coup”, 11/09/13; en: http://www.theguardian.com/commentisfree/2013/sep/11/justice-charles-horman-us-chile-coup

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