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lunes, 1 de septiembre de 2014

DETENID@S DESAPARECID@S, SÓLO EL PUEBLO ORGANIZADO HARÁ JUSTICIA



30 DE AGOSTO DÍA INTERNACIONAL DEL DETENID@ DESAPARECID@


La justicia es el pan del pueblo; siempre está hambriento de ella
Chateaubriand


El Día Nacional del Detenido Desaparecido se conmemora en Chile el 30 de agosto de cada año. Ello deriva de la  existencia previa del Día Internacional del Detenido Desaparecido, observado en la misma fecha y creado por la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos, organismo no gubernamental integrado por las asociaciones de familiares de países de América Latina y el Caribe. Dicha fecha, en un afán más bien de conciliación e institucionalización, tareas a las cuales se han dado la Concertación y hoy la Nueva Mayoría con éste y los demás hitos de la lucha anti-dictatorial por los DDHH, pasó a ser oficializado desde 2007, merced al decreto Nº 121 de 2006 del Ministerio SEGPRES.

Es desde 1981 que se viene realizando éste momento de recordación en América Latina y tiene como objetivo no olvidar a los hombres y mujeres que fueron arrancados de sus hogares por manos criminales, sin que nunca más la fuerza armada del Estado diera cuenta de lo que hicieron con ellos. L@s compañer@s víctimas inmediatas de este grave atropello a los DDHH, son personas que no dudaron en ofrendar su vida para construir un mundo donde predomine la paz con justicia social. Fueron apresados por quienes se creyeron dueños de sus vidas, quienes aplicaron la doctrina de la seguridad nacional mediante el más feroz terrorismo de Estado, cometiendo graves violaciones a los derechos humanos, sobresaliendo por su crueldad la desaparición forzada.

La “desaparición” no sólo vulnera prácticamente todos los derechos personales de la víctima, sino que también somete a sus familiares a un atroz sufrimiento, que se ha reconocido como equivalente a la tortura. Es también un daño inmenso a la conciencia y a la convivencia interna de nuestra sociedad, por cuanto nos espeta, día a día, que entre nosotros siguen cohabitando los criminales, los cómplices, los encubridores y los que ejecutaron tal delito de lesa humanidad, sin que sean dignos de confesar dónde han escondido a l@s nuestr@s. Pero, asimismo, ese llamado debe ser oído y resuelto por la organización del pueblo consciente y que trabaje en pos de la realización de la justicia social en estas tierras, porque, sí este no lo hace, nadie más lo hará. Es importante destacar que la “desaparición” constituye un delito continuo o permanente mientras no se determine la suerte y el paradero de la víctima.

Hasta la fecha, en nuestro país se desconoce la verdad sobre la inmensa mayoría de los más de 1200 detenidos-desaparecidos durante la dictadura militar.[1] La brutalidad dictatorial no respetó siquiera la situación de embazo de algunas detenidas, las que luego desaparecieron. La Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) registra nueve casos de mujeres embarazadas cuya suerte se desconoce. En 2008, iniciaron una campaña para ubicar a sus hijos, eventualmente nacidos en cautiverio,[2] que contempló una línea telefónica. Sin embargo, según Graciela Zúñiga, integrante de la AFDD, “la campaña no funcionó, en parte debido a nuestras carencias, a limitaciones tan simples como la imposibilidad económica para sacar más afiches. Aun así, tenemos mucha paciencia. Hemos estado treinta años buscando y exigiendo. Tal vez nos queden otros treinta años para poner en el tapete la situación de las detenidas desaparecidas embarazadas”.

Hasta niños fueron detenidos y desaparecidos por las fuerzas del golpismo. Habida cuenta que en aquel tiempo la edad considerada para ser mayor de edad era de 21 años, el número de niños desaparecidos ascendería a más de 100.[3] Recordemos, porque es bueno recordar, que en el informe Rettig se certifican 307 casos de menores de 20 años ejecutados, niños de seis meses hasta la adolescencia, de los cuales se desprenden 75 casos de infantes detenidos desaparecidos y que en el informe Valech se sumó un anexo con 102 casos, titulado “Menores de edad detenidos junto a sus padres o nacidos en prisión”.[4]     

Si consideramos todo el inmenso daño y el dolor causado por el criminal “desaparecimiento” de tant@ compañer@, resulta lamentablemente que hoy en día los abogados que acompañaron a los familiares y amigos de los DD, que bregaron por encontrar la verdad a costa a veces de su propia integridad, la mayoría hoy se ha alejado de las agrupaciones y de las investigaciones judiciales y pasaron a ocupar cargos en la institucionalidad post-dictatorial. Pero creemos que lo más grave ha ocurrido con esas mismas agrupaciones, ya que fueron instrumentalizadas por los partidos de la izquierda tradicional que integraron el nuevo Bloque Político del Estado; ayer el PS y el MAPU, hoy el PC, apaciguando toda la justa demanda por verdad, justicia y castigo a los culpables, en aras de una ‘estabilidad democrática’ que no conducirá nunca a encontrar a los nuestr@s y por ‘no hacerle olas’ a unos gobiernos que nunca han estado ni estarán dispuestos a hacer verdad y justicia. Eso sí, digamos que lo más dañino para los fines de hacer justicia en las diversas modalidades en que la dictadura cívico-militar menoscabó al pueblo y al movimiento popular chileno, es sin duda lo acaecido en las instituciones de ex presos políticos y de torturados, quienes, en su mayoría, vendieron su alma al dios ‘reparación pecuniaria’, y no es que neguemos su derecho a percibir un aporte necesario para quienes vieron dificultadas sus posibilidades de desenvolverse en el Chile post “73, pero el problema es que del grueso de los ‘reparados’, de su organización y de sus cuitas nunca más se supo.

Cercanos a conmemorar un nuevo 11 de septiembre, infausta fecha para el pueblo y los trabajadores de Chile y origen común de tanta tribulación actual, luchemos con más decisión por:


¡VERDAD, JUSTICIA Y CASTIGO A LOS CRIMINALES CIVILES Y MILITARES DE LA DICTADURA!

¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!



COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA - CHILE
Septiembre 1 de 2014

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