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miércoles, 19 de marzo de 2014

FALLECE CARLOS CAMUS, UN HUMANISTA Y UN DEFENSOR DE LOS DDHH


EN 1985 LE DIJO A PINOCHET QUE RENUNCIARA
 
Si muchas cuestiones nos separan, con certeza nos une al menos la defensa de los Derechos Humanos y la defensa de los pobres de los campos y ciudades de Chile. No es por coincidencia que en nuestras filas dentro y fuera de Chile contamos con un significativo número de cristianos y sacerdotes católicos”. Miguel Enríquez, carta al cardenal Raúl Silva Henríquez, abril de 1974.

Junto con finalizar la jornada del pasado domingo 16 falleció, a los 87 años de edad, monseñor Carlos Camus Larenas, un cristiano consecuente como pocos, quien llevaba internado varias semanas en la clínica de la UC a consecuencia de afecciones propias de su edad, agravadas por un derrame cerebral.

El actual obispo de Linares, Tomislav Koljatic, al informar de la noticia, afirmó que Camus "tuvo una mirada profética en momentos de mucha confusión, (…) de mucho sufrimiento en el país, (…). Él se la jugó también a costa de sí mismo, corriendo muchos riesgos, para defender la vida, la verdad y la justicia y eso, evidentemente, es un legado que será recordado para siempre y entra a formar parte en esa legión de pastores que en Chile han sido personalidades importantísimas en construir la patria que todos amamos y queremos mejor".

El cuerpo de Camus reposa ya en Linares, diócesis donde sirvió desde 1976 hasta su retiro. En esta localidad, estimuló el desarrollo de una iglesia más cercana con el pueblo y asentada en la labor social de las comunidades de base, tanto en las ciudades, como en los sectores campesinos. Además, rechazó la presencia de Paul Schaefer en la zona de Linares-Parral y reveló las injusticias protagonizadas en la ex Colonia Dignidad. Asimismo, fue vital su apoyo a los trabajadores que llevaran a cabo una de las primeras huelgas en dictadura, durante la construcción de la central hidroeléctrica de Colbun-Machicura

Sobre su rol post Golpe del “73, el mismo Carlos Camus declaró, años más tarde: “por fin pudimos reunirnos todos los obispos, casi un mes después del golpe; cada uno llegó preocupado por algún caso de atropello de la dignidad humana, creyendo que eran situaciones aisladas. Cuando fuimos escuchando los relatos de unos y de otros, y especialmente de Santiago, donde fue necesario organizar rápidamente el Comité Pro Paz, nos dimos cuenta que el problema era mucho mayor”. Luego, el 1 de marzo de 1974, los obispos chilenos le eligieron por unanimidad como secretario de la Conferencia Episcopal (cargo que ejercería con gran firmeza y valentía hasta 1976) y un mes después, en la asamblea plenaria, emitieron un documento en el que denunciaban la situación de los derechos humanos, las injusticias económicas y sociales, la falta de libertad, especialmente de los sindicatos y universidades y los asesinatos y desaparecimiento de personas. Fue en esa época cuando el cardenal Silva detuvo un documento condenatorio a la dictadura chilena, el que traía la firma del mismo papa Pablo VI. De ello, el cardenal se arrepentiría hasta el fin de sus días.

Su visión del crítico acontecer nacional, lo llevaba a no callar las injusticias. Cuando en 1985 pidió públicamente a Pinochet que tuviera un gesto de grandeza, como el de O’Higgins, y renunciara al poder, se volvió a encender la rabia de sus acusadores, que ya hacía rato lo tildaban de ‘Cura Rojo’.

Con la partida de Carlos Camus, poco a poco y con mucha pena, debemos agregar, se va terminando con toda una generación de pastores de la iglesia que fueron fieles a su pueblo, a sus convicciones y a una aplicación humanista del amor cristiano: Fernando Ariztía, Alfonso Baeza, Pierre Dubois, Jorge Hourton, Roberto Bolton, entre otros.


¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!

COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA – CHILE 
Marzo 18 de 2014

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