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martes, 18 de septiembre de 2012

MANIFIESTO FUNDACIONAL DE LA ASAMBLEA POR LA SOBERANÍA Y LA JUSTICIA SOCIAL SANTIAGO.


ASAMBLEA POR LA SOBERANÍA Y LA JUSTICIA SOCIAL DE  SANTIAGO
¿QUIÉNES SOMOS?
A partir del trabajo concreto, en la protesta social, en la base popular, en la conmemoración de fechas emblemáticas como en el Día de la Dignidad Nacional, en el que se recuerda  la Nacionalización del cobre, hombres y mujeres, organizados y no organizados hemos venidos encontrándonos y trabajando juntos en la perspectiva de ir construyendo un proyecto popular alternativo, independiente y confrontacional al sistema  dominante bajo el cual estamos sometidos.
Consideramos que las condiciones existentes, permiten abrir el camino para llevar adelante un proyecto democrático, popular, nacional, profundamente anticapitalista, antiimperialista, latinoamericanista e internacionalista, para comenzar a construir nuestra vía chilena hacia el Socialismo, que respete profundamente los diversos ecosistemas existentes, sustentado en el Poder Popular, con una Planificación Central de la economía.
Nos esforzamos  por  diseñar un proceso de construcción que logre juntar la experiencia de  la vieja escuela de revolucionarios con los elementos que nacen de las nuevas generaciones, que además recoge el legado de nuestros pueblos originarios, las lecciones entregadas por el movimiento obrero encabezado por Recabarren y Clotario Blest, que se hace parte del  legado de Allende, que recoge la práctica revolucionaria de Miguel Enríquez, Raúl Pellegrin, Marco Ariel Antonioletti, todos los luchadores y luchadoras sociales caídos bajo está democracia contrainsurgente, de las grandes conquistas populares alcanzadas en el período de la UP, al mismo tiempo que considere no repetir los errores cometidos, que recoge las experiencias  y enseñanzas que dejaron los años de resistencia y de lucha contra la dictadura y más recientemente las movilizaciones de millones de estudiantes, que se rebelan contra el lucro y exigen una educación gratuita, digna y de calidad, como también recogemos las enseñanzas de las movilizaciones que han defendido el medio ambiente y se han opuesto a la construcción de hidroeléctricas y termoeléctricas, de los sectores que defienden el agua ,acaparada por  las grandes empresas mineras. En forma especial valoramos la resistencia heroica del pueblo mapuche y las grandes movilizaciones, que terminaron en verdaderos levantamientos populares en Magallanes, Aysén y Freirina
Asistimos a un momento histórico de  resurgimiento de un sujeto social agente de cambios: el Pueblo de Chile, los Pueblos Originarios.  Quienes luchan y se movilizan.
Estamos construyendo la unidad entre los que postulamos una transformación radical y profunda del conjunto de las relaciones políticas y sociales y asumimos el Socialismo como una democratización ininterrumpida y radical de la sociedad en todos sus ámbitos, como una construcción colectiva desde el espacio cotidiano de las relaciones humanas,  manteniendo el respeto entre los seres humanos y de estos con su entorno, la naturaleza. Entre los que ven el Socialismo como una necesidad urgente,  pero que sin embargo sabemos,  no se decreta, ni surge espontáneamente como consecuencia de la evolución natural de la sociedad, sino que es el fruto de la acción activa de los trabajadores, los pueblos, los estudiantes, los pobladores, la diversidad sexual, los Migrantes, los Jubilados.  Cada una de estas fuerzas sociales a través de sus organizaciones, su movilización e impulsando la lucha  unitaria del conjunto de los explotados, los oprimidos, los humillados, los olvidados.
Sobre la base de valores como la solidaridad, la fraternidad, la alegría, la sinceridad, la transparencia y el amor por nuestro proyecto compartido nos proponemos construir una sociedad sin relaciones discriminatorias y discriminantes, sin sectores explotados y excluidos, sobre la base de equidad, igualdad de oportunidades  y justicia social.
 
¿Dónde actuamos?
Asistimos a un período especial de la Humanidad, con una crisis de tal envergadura que nadie puede predecir  su intensidad y su duración.  El imperialismo despliega sus fuerzas a escala planetaria, para imponer su total hegemonía, construyendo un Mundo hecho a su imagen y semejanza, dilapidando fuerzas productivas, expandiendo el hambre, las muertes evitables, las guerras, destrozando el equilibrio de la Naturaleza.  Y su avance parece no tener contrapeso.
En el plano nacional asistimos al  fin de una  falsa propuesta de transición,  llevada a cabo por la Concertación ,que no hizo más que  perfeccionar y fortalecer el modelo capitalista  , que se corona  con la llegada al gobierno de la extrema derecha, cuyo presidente es el mejor representante  de aquellos que en pocos años se han  hecho multimillonarios y cuyo principal partido ,la UDI, es el máximo heredero de la doctrina impuesta por la dictadura.
Hoy día está en juego levantar una propuesta popular ante la hegemonía de los sectores dominantes que impulsaron e impusieron el sistema  capitalista, autoritario y por lo tanto debemos oponernos  al oportunismo de los sectores reformistas, que obstaculizan la instalación de un proyecto popular.
Nuestra propuesta anticapitalista debemos desarrollarla, sin esperar la toma del palacio de invierno, y debemos hacerlo como un elemento confrontacional al pensamiento capitalista dominante.  Es una lucha que debemos dar a cotidiano, en todas las acciones, desde las simples a las complejas.
En este contexto asumimos la necesidad de impulsar la unidad del pueblo, fortaleciendo su organización y sus niveles de lucha y que en forma mayoritaria, organizada, expresa su descontento contra la actual situación de injusticias, explotación y desigualdad.
Debemos ser capaces de identificar a los sectores que configuran estas mayorías que si revisamos el último censo la encontramos en:
l  600.000 campesinos
l  800.000 trabajadores fiscales
l  800.000 obreros industriales.
l  500.000 trabajadores de la construcción
l  180.000 trabajadores de la minería
l  500.000 empleadas domesticas
l  3.000.000  con trabajo precario
l  1.700.000 trabajadores del comercio
l  570.000 cesantes
l  Millones de jóvenes
Hombre y mujeres reclaman ser seres en su totalidad y en su plenitud.
Hoy debemos construir  espacios de encuentros que den cabida a una participación real y consciente de la mayoría de la clase trabajadora (Trabajadores, Trabajadoras), a los pueblos, al conjunto de los explotados.  Ese es el objetivo de la Asamblea por la Soberanía y la Justicia Social.
 La participación activa, consciente de la mayoría [del pueblo] de los movilizados, de quienes luchan, de los activistas, es un concepto de primera importancia  que tiene una connotación táctica y estratégica  que se resume en nuestra consigna de construir  PODER POPULAR: la construcción del contrapoder de los y las Populares.
Los propios sectores populares nos han demostrado con la experiencia de los Pingüinos ,las movilizaciones de Magallanes, Aysén, Freirina, nuevas formas organizativas  que potencian las organizaciones sociales constituidas, al mismo tiempo  que se colocan por arriba de la institucionalidad transformándose en poder alternativo .Nos referimos a las ASAMBLEAS.
En este contexto la ASAMBLEA es la forma natural donde [el pueblo] quienes luchan y se movilizan, aquellos que están dispuestos a desplegar las más nobles ideas del cambio fundamental pueden encontrarse, [y]  expresar sus intereses, [y] construir sus demandas y estructurar el trabajo en forma democrática, siendo el único paradigma el trabajo colectivo.
La ASAMBLEA además de constituir una forma especial de organización, es una forma de la movilización social, y corresponde a un pilar del proyecto político popular, que apunta a la realización de una sociedad liberada.
En este contexto una característica esencial que debe tener LA ASAMBLEA es su carácter PERMANENTE.
Al interior de las ASAMBLEAS se logra interrelacionar la problemática local y comunal con la situación nacional construyendo los puentes que articulan los diferentes programas y tipos de movilización, sin dejar de lado la tarea central de construir un proyecto de país y nueva sociedad, como tampoco el análisis del contexto internacional y las tareas de solidaridad que desde allí se desprendan.
La asamblea requiere de la ORGANIZACIÓN y compromiso, y es aquí donde el participante de la asamblea se transforma en MILITANTE POPULAR, en activista, en sujeto histórico del cambio social fundamental, avanzando en los peldaños necesarios para forjar las Mujeres y Hombres Nuevos.
La asamblea asume tareas concretas, con sus propios miembros y con el entorno. En la mayoría de las asambleas construidas una de las tareas es la formación, la educación  política de sus miembros. Otra tarea es la Agitación y Propaganda, donde se participa a través de una radio comunitaria, o de una hojita o un pequeño periódico.
La asamblea como forma embrionaria de poder popular, no sólo construye organización y movilización, sino que participa activamente en la coyuntura política local y también nacional, disputando el poder establecido en todos  los niveles, se construye en sujeto colectivo al producir efectos y transformaciones en la dinámica social.
En la asamblea participan organizaciones sociales y políticas, partidos, sindicalistas, estudiantes, diversidad sexual, jubilados, niños, jóvenes, pobladores, cesantes, Migrantes, colectivos, así como personas en forma individual.  Todos y todas pesan por su trabajo, su entrega, su compromiso.
La ASAMBLEA no entra en contradicción con las organizaciones sociales y políticas o sindicales.  La ASAMBLEA es un espacio que facilita el debate y la construcción social. Por ello, debe existir una interrelación, que fortalezca tanto a la Asamblea como a las organizaciones que en ella participan.
De esta manera, es tarea de la ASAMBLEA  integrar y fortalecer a los sindicatos, las organizaciones poblacionales, juveniles, estudiantiles, deportivas, culturales, ambientalistas, de derechos humanos, etc.
Al interior de la ASAMBLEA se da una participación horizontal, sin desconocer los liderazgos, y el compromiso para  hacerse cargo de funciones específicas.
La ASAMBLEA se construye a partir de lo diverso. Diferentes posiciones asumen  acuerdos concretos en la medida que lo diverso se enfrenta a problemas comunes que  les toca por igual a todos los participantes
Al interior de la ASAMBLEA se construye la verdadera unidad del movimiento popular.
Al interior de la ASAMBLEA se han podido construir demandas comunales que  en la medida que se interrelacionan con la problemática nacional se va construyendo el proyecto popular, el proyecto de las mayorías.

Hoy día, no existe ninguna interrelación, entre las distintas fuerzas sociales,  que se manifiestan contra las políticas del sistema. No existe un proyecto nacional revolucionario que interprete a las distintas clases y sectores,  con todas sus especificidades, para luchar contra el poder político dominante y hegemónico.
La matriz, entonces, es la unidad y la acumulación de fuerzas desde y en la base social.
Unidad,  que no es contradictorio con la identidad y especificidad de cada orgánica que la compone, sino que es entendida cómo la herramienta que nos permitirá dar un salto cualitativo y cuantitativo para nuestro proyecto revolucionario. Cada organización aportará su fortaleza, y se alimentará de las fortalezas  del conjunto.
Entendemos que el ánimo debe ser altruista, tesonero, y constante. En lo fundamental, sin mezquindades para crecer y desarrollarnos.
Proponemos construir en conjunto un programa mínimo que entregue los lineamientos básicos y generales de nuestro proyecto revolucionario, el que debe ser elaborado con el conjunto del  Campo Popular.
- Será el eje de las propuestas iníciales para comenzar a cambiar las correlaciones de fuerzas para nuestra política revolucionaria.  Avanzando desde lo simple a lo complejo, restableciendo las confianzas, avanzando en aquello que nos une.  Sumando al Organizado.  Despertando al Dormido.
 De acuerdo a un marco doctrinario, definir conjuntamente, cómo iremos creando y desarrollando el poder popular, factor intrínseco para la toma del poder político.
Es con el Programa Político Popular, que se podrá ir acumulando fuerzas, y en su contenido y lenguaje concreto (propagandístico), es que traduciremos nuestro ideario (doctrina), estrategia  y táctica concreta.
Sintéticamente, el Programa tendrá que contener nuestras estrategias, tácticas, medios y la relación (contenido), con nuestro objetivo estratégicos.
LAS DEMANDAS POPULARES
Este programa debe ser un punto de referencia para estimular el diálogo en la base social y mantenerse abierto a los aportes de personas y organizaciones que se sumen al movimiento.
RECURSOS NATURALES
  • Renacionalización del cobre. Los recursos naturales no renovables, como el oro, plata, yodo, molibdeno y otros minerales que son propiedad de todos los chilenos  deben ser declarados inconcesionables.
  • El agua es de todos los chilenos. No puede ser privatizada ni concesionada.
  • Protección de la Madre Tierra. El daño a la naturaleza es un daño a la vida y debe ser castigado como tal. 
  •  Diseño de una nueva política de borde costero, que garantice el buen uso de  nuestros  4.000 kilómetros de costa y la explotación sustentable de nuestra infinitas riquezas marítimas, en beneficio de todos los chilenos; término inmediato a la acción depredadora de los mares por las empresas privadas que son dueñas del mar de todos los chilenos y sus riquezas
  • Nueva política forestal que TERMINE CON EL SUBSIDIO MILLONARIO DE EMPRESAS MULTINACIONALES. Que garantice el manejo sustentable de nuestros valiosos recursos forestales,
  • UNA política agrícola y ganadera: Cambio del código de aguas, donde Chile es el único país en el mundo donde el agua es privada.
  • Impedir el uso de transgénicos.
PUEBLOS ORIGINARIOS
  • Irrestricto respeto a la autonomía y derechos de los pueblos originarios en el marco de un Estado Plurinacional, adecuando nuestra legislación a los parámetros alcanzados en la esfera de las Naciones Unidas y especialmente el Convenio 169 de la OIT.
DEMOCRATIZACION DEL ESTADO Y DE LA SOCIEDAD
  • Plena observancia de los Derechos Humanos en las funciones del Estado y en todas las manifestaciones de la vida social y cultural. Con la participación de todos los sectores de la ciudadanía construir una cultura de paz e integración que impida todas las discriminaciones en razón de género, origen étnico, edad, religión, opción sexual, matriz ideológica o cultural.
  • Educación pública gratuita, democrática, digna y de calidad, a nivel PRE ESCOLAR , básico, medio  y universitario, con plena participación de la comunidad de estudiantes, profesores y apoderados. Terminar con el financiamiento estatal a establecimientos educacionales de propiedad privada , con fines de lucro.
  • Las Organizaciones ciudadanas, las asambleas territoriales ,organizaciones  sindicales, vecinales, estudiantiles, de adultos mayores, de jóvenes, de género y todos los nucleamientos sociales, deben tener sustento constitucional de tal manera que puedan ejercer vigilancia sobre las instituciones estatales y participar efectivamente en las decisiones de los asuntos públicos.
  • Fin al sistema electoral binominal y su reemplazo por UN SISTEMA PROPORCIONAL, donde los candidatos puedan inscribirse gratuitamente y con una propaganda controlada por la comunidad organizada., con espacios igualitarios en todos los medios de comunicación.
  • Fin a los privilegios parlamentarios e instalación del referéndum revocatorio para todos los cargos de representación pública.
  • Creación de mecanismos efectivos para la participación popular en todas las esferas de la vida social. Las autoridades del Estado deben estar sujetas permanentemente al control y escrutinio de toda la ciudadanía.
  • Democratización de las Fuerzas Armadas. Denuncia del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. Rechazo a las bases militares extranjeras. Fin al adiestramiento de nuestros soldados en la Escuela de las Américas de EEUU.
  • Un sistema público y solidario de previsión social, terminando con el monopolio de las AFP. Fin a la inaceptable especulación financiera que oscuras empresas realizan con los fondos previsionales de los trabajadores chilenos. Garantía de que los fondos previsionales sean administrados por sus titulares con seguro estatal.
  • Fin al negocio de las ISAPRES. El Estado tiene la obligación de proveer una atención de salud preventiva, integral y gratuita y potenciar el sistema de salud pública para el cual los trabajadores chilenos pagan impuestos.
  • Renacionalizar los servicios básicos de luz, gas, agua potable y telefonía, terminando con el monopolio escandaloso de las empresas transnacionales.
  • Aseguramiento de viviendas propias y dignas para todas las familias. Desarrollo urbano  con sustentabilidad ambiental y pleno respeto a los espacios de sociabilidad e interculturalidad de las comunidades humanas.
  • Reconstrucción inmediata y eficaz en las zonas afectadas por el 27 F.
  • Descentralización del aparato estatal para favorecer el desarrollo político, económico, social y cultural de las regiones, cautelando la unidad nacional y una efectiva democracia participativa impulsando la construcción de Asambleas territoriales
  • Término de las concesiones de las carreteras y caminos. Los ingresos del Estado deben permitir la construcción y mantención de estas vías. No es necesario entregarlas a especuladores extranjeros.
  • Libertad inmediata al preso político mapuche y chileno.
  • Políticas de protección concretas a la diversidad sexual y a los Migrantes.
  • Políticas de protección concreta a los animales.
  • Asamblea Popular Constituyente.
  • Políticas reales de protección a la Infancia vulnerable, de niñas, niños, adolescentes en situación de abandono.
  • Fiscalización de todas aquellas instituciones con y sin fines de lucro, las cuales trabajan en directa relación con el Estado.  Políticas de resguardo infantil, debiendo atender las necesidades básicas de niños. Niñas, adolescentes en hogares o albergues de dichas instituciones públicas o privadas.

ECONOMIA PARTICIPATIVA Y SUSTENTABLE.
 Nueva Política energética, que respete los equilibrios ecológicos y considere la opinión informada de la ciudadanía, cautelando la sustentabilidad de nuestro aparato productivo y el bienestar de la población y la soberanía nacional.
·         La inversión privada debe estar determinada por su rentabilidad social y bajo control de la institucionalidad estatal, y fundamentalmente de la organización de la base popular.  asegurando el irrestricto ejercicio de los derechos de los trabajadores.
AMERICA LATINA: LA PATRIA GRANDE.
  • Unidad e integración de las naciones y pueblos de América latina. Los instrumentos estatales en el ámbito de la economía, ciencia, tecnología e institucionalidad política deben desarrollarse estimulando el reencuentro y la solidaridad de los pueblos. América Latina debe orientarse a participar como una potente entidad económica, política, cultural, comercial y militar en el escenario mundial, como factor garante de la paz y de la cooperación internacional.

En el momento histórico en que damos este paso, ponemos en el centro de nuestros objetivos el inicio de un proceso de unidad y organización que permita cambiar la correlación de fuerzas.
ASAMBLEA POR LA SOBERANÍA Y LA JUSTICIA SOCIAL.
¡SÓLO LA LUCHA Y LA UNIDAD NOS HARÁN LIBRES!
¡A LUCHAR POR NUESTRA FELICIDAD, AHORA!
SEPTIEMBRE DE 2012.

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